10.8.05

Una de tiros, una de llorar...

Agradezco a Leo el artículo anterior en el que me ruega que vuelva a escribir, mi psicólogo dice que me hace bien para el ego. Gracias nuevamente.
Sin más rodeos, iré discreta, pero directamente al grano. No hay nada de lo que voy a decir a continuación que no sea subjetivo y mucho menos refutable. Hace ya un par de días, unos compañeros míos me hicieron saber que me consideraban como "director" un hombre de géneros. También ampliaron diciendo que admiraban esto de mí y que debía seguir haciéndolo. Esto me chocó, nunca hubiera considerado eso de mí. Me asusté, evidentemente, tenía miedo de ser un director de géneros.
Mi inquietud alrededor del tema de los géneros es la siguiente: Me gustan cuando bien hechos, me gusta jugar con ellos, pero un "tipo de cine", como está visto dentro del mundo de intelectuales y de la FUC (Universidad del cine, que por más que uno no quiera es el mundo en el que nos movemos), está visto mal, alguien que recae en fórmulas para lograr efectismos, alguien que no piensa, alguien que no utliza su intelecto para crear o ser original, sino alguien que prefiere respaldarse en lo seguro. Esa, creo yo, es la visión de cualquier joven que atraviesa la antes citada universidad.
Esto me recuerda un profesor, Adrián Cangi, que, al ser mencionada la personalidad de Damián Szifrón (reconocido creador de "Los simuladores" y director de "El fondo del mar", y ex alumno de la FUC), atacó violentamente a este, recordando eternas discusiones y desacreditándolo por completo. Recuerdo también haber estado a favor de la crítica de mi profesor ante semejante director que llega al extremo más clásico de géneros y de estructuras de guión. Hoy no. Creo que la mentalidad europeo-burguesa que nos cultiva nos enseña que todo lo yankee está mal, es efectista, no tiene contenido. Hoy creo que esa mentalidad no sabe buscar, porque, personalmente, he encontrado cosas más interesantes en el cine independiente estadounidense que en mucho de lo que he visto francés o italiano.
Pero un día ocurrió, no sé en qué punto llegué a darme cuenta (creo que fue a través de Soderbergh, pero no puedo estar seguro) de que a la hora de ver la película no es el género, ni el director lo que importa, ni la precedencia de este, ni que venga de hacer el peor cine posible; creo que el cine es la película que tengo en frente, creo que la verdad está entre la pantalla y yo. Entre las imágenes y sonidos y lo que yo siento, lo que me producen, en que me puedan transportar dentro de ella, crear climas para mí, pero que al mismo tiempo no me subestimen, sino que me hagan pensar, y me hagan disfrutar mi breve estadía frente a ella. Creo que el cine no está en la teoría ni en la crítica ni en los análisis, sino en las emociones que una película te produce.
El mismo Cangi (a quién hoy le adjudico una cuota de infantil de envidia ante Szifrón, dada la anécdota anterior) mencionó a Welles y a Hitchcock como los únicos directores en la historia que habían logrado unir un cine que atrapara al público así como realizar un cine pensado e inteligente. Yo creo que eso es posible, aún a través de los géneros, aún por fuera de ellos. Ese es el cine al que yo apunto, y creo que ahí está el logro verdadero de un director.
A modo de conclusión, a pesar de que le tuve miedo a ser llamado un hombre de géneros, por lo antes citado, no creo en serlo, eso sería aceptar que estoy limitado por ellos, mientras que yo los veo como instrumentos, como creo que todo el mundo debería verlos; como elementos que ayudan a la construcción de diégesis o mundos de ficción. Concluyo esta exposición desordenada de reflexiones sumadas por los años, el tiempo y las inquietudes.
Desde ya, les agradezco la atención y aguardo sus comentarios.
Mis más sinceros saludos,

Mega

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Aguantes los generos!
Mega, no tomes mal eso. Los generos no son la tipa fea del boliche, al contrario son buenos y accesibles. No se puede ser 100% original siempre, dificil serlo una sola vez. Espero que no lo tomes a mal y mejores en eso, torciendolos y agrandandolos, combinandolos y mejorandolos.

Cadmo von Marble dijo...

Hacer género bien y con respeto es cien veces más difícil que poner la cámara fija, filmar una pared blanca y un perro meando y decir "soy un artista porque filmo la desolación."
A la mierda con el arte, no sirve de nada. Cambio a una fotograma de Bruce Willis sucio y ensangrentado por toda la filmografía de Juan Luis Godard.

Anónimo dijo...

Me gusto eso de "los generos no son la tipa fea del boliche" jajajjaja. Que malas personas que son.... y que hacen con la chica fea del boliche??? no le dan bola supongo... muy muy mal!!! pobre mujer, sola, desamparada, buscando un poco de aprobacion. Mor, atrevete y dale bola a la chica fea del boliche... y vamos con los generos!!!

Unknown dijo...

Yo le doy bola a la chica fea del boliche, ¿me la presentás, Mari?

Unknown dijo...

Realmente brillante artículo, Mega.
Tengo una cuestión para recalcar al respecto: Es muy probable que lo que hoy es considerado por la prensa Cine Independiente Norteamericano, esté vinculado con las películas que se muestran en el Sundance y demás, películas sobre familias disfuncionales, dramas de ese tipo. Ese no es el cine al que vos te referís, y conociéndote, creo necesario aclarar de qué cine hablás cuando te referís a ese, es decir: El cine de los Anderson (Wes y Paul Thomas), Richard Linklater, o el mismo Soderbergh (pese a que hoy encara producciones mucho más caras).
Adhiero totalmente, pero radicalizo aún más tu postura: El común de las obras que realizamos (al menos usted y yo, y sobre todo apunto al hermoso proyecto de largometraje que nos une) apuntan a un género que realmente tiene muy pocos exponentes cinematográficos con los cuales poder identificarnos: El género fantástico, no en su apartado de fantástico maravilloso (en el que entraría por ejemplo El señor de los anillos), sino otro tipo de fantástico. Para decirlo de forma aún más ampulosa, pretendemos llegar a ser al cine fantástico lo que Borges y Cortázar fueron a la literatura fantástica. Siento precedente, y espero que el paso del tiempo y el devenir de la vida no conspiren en contra de esta ya de por sí ingenua y utópica afirmación. Lo dejo por ahora con su próxima comedia romántica, yo me voy a fuquear por ahí.

Unknown dijo...

"NN...", aunque te cagues de risa, parte de El proceso, de Kafka. Si observás la adaptación de El proceso que hizo Orson Welles, te vas a dar cuenta que el punto de partida es el mismo, salvando por supuesto las obvias distancias que separan "NN..." del Dios Máximo del Cine y del Mejor Escritor Moderno. Es mi primer corto, che, tampoco me mates... Y el cameo de Mari es el mejor cameo (y el más invisible) de la historia del cortometraje argentino... de la FUC... de ese año.

Unknown dijo...

A qué le llamás "muy fuc"? Viste mucho fuc como para arribar a esa conclusión? Mi próximo corto es muy fuc, lo se y soy totalmente consciente. No me parece que NN lo sea tanto.

Unknown dijo...

La pretensión nos salva del aburrimiento y la monotonía.

jmasa_ko@hotmail.com dijo...

hola. Estoy tratando de contactar a Adrian Cangi para comenzar un estudio sobre Deleuze y el arte, el juego, la repeticion, etc.
Alguien podra ayudarme?
atte.

masako J. itoh
jmasa_ko@hotmail.com