29.6.06

Y se nos fue redepente... - Fabián Bielinsky (3/2/1959 - 28/6/2006)

Bielinsky con uno de los premios Cóndor
que ganó por El aura, el lunes pasado.
Leo Aquiba Senderovsky
Un breve zapping me lleva a la que quizás sea la noticia más desoladora del año. A tres días de consagrarse como el gran ganador del año en la última entrega de los Premios Cóndor, muere a los 47 años Fabián Bielinsky.
Tal vez siga por horas (y por días) consternado, esperando que alguien desmienta la noticia, pero no será así. Inmediatamente pienso en Lucho Bender (el director de Felicidades), que también murió a los 47 años (dentro de una semana justamente, el 6 de julio, se cumplen dos años de su fallecimiento), y murió preparando la que hubiese sido su próxima película, ambos fuera del país (Lucho Bender murió en España, Bielinsky en Brasil).
Pero esta vez me duele mucho más. Ayer mismo lo vi a Bielinsky en una entrevista reciente que le hizo Sebastián Tabany para El Acomodador, por Volver. Bielinsky hablaba de sus próximos proyectos, decía que estaba barajando ideas y posibilidades parasu próxima producción. Nada hacía pensar su triste desenlace al día siguiente.
La gente que estaba cerca mío me preguntó si lo conocía, si había trabajado con él, por cómo me puse al enterarme de su deceso. Luego me doy cuenta que hay una sóla respuesta para esas preguntas: Ojalá. Ojalá lo hubiera podido conocer, ojalá hubiera podido tener la dicha de trabajar con él, en alguna de sus películas, aunque sea como eléctrico, alguien que sólo está allí para ver cómo trabaja un maestro, cómo un artista pinta con furia su lienzo.
Desde que empecé a escuchar las primeras noticias sobre la que sería su segunda película, era el film que más ansiaba ver. Recuerdo cuando fui a ver con Maro El aura, cómo nos levantamos de las butacas ante tremenda lección de buen cine, esa hermosa sensación que experimentamos los cinéfilos cuando asistimos a la primera visión de una obra maestra. Aún guardo la ya ilegible entrada, pero son esas cosas que uno agradece haber conservado y que se atesoran con esa mezcla de cinefilia radical y profunda admiración. Si quieren ver mi opinión de El aura, lean el post titulado "Darín toma tegretol", que publiqué con motivo de su estreno el año pasado. Aquí basta decir que enseguida afirme haber visto la que consideraba, y aún considero, la mejor película argentina de los últimos diez años (por lo menos, pero sin dudas está entre las mejores películas argentinas de todos los tiempos).
Como sea, Bielinsky me parece el mejor director nacional de los últimos treinta años. Hablo a título personal porque considero que es la única forma de escribir esta especie de obituario, pero se que mis dos amigos y corresponsables del blog comparten conmigo estas palabras. Con Fabián (me tomo el atrevimiento de llamarlo por su nombre, aunque no tuve el gusto de conocerlo, pido disculpas pero es como si se hubiera ido un familiar, alguien muy cercano), se nos va el mejor referente de un tipo de cine que en Argentina, hasta Nueve reinas, creíamos muerto, y con su consolidación, se veía como una forma recuperada en su máxima expresión. El respeto y admiración por el cine nortemaericano clásico, por la puesta en escena, por el riesgo (pensemos que después de un exitazo sin precedentes como Nueve reinas podría haber hecho cualquier película y, sin embargo, apostó por una vertiente personal, por arriesgar su carrera más que cualquier otro cineasta del llamado Nuevo Cine Argentino), el amor y la defensa del cine como forma de contar una historia, pero a su vez como forma de expresión, pierde al mejor narrador, al mejor director.
No recuerdo haberme sentido así antes, mis mayores referentes son directores fallecidos hace mucho, no recuerdo haber asistido antes al fallecimiento de alguien a quien admiraba profundamente. El aura la festejé como no he festejado ningún film antes, festejé mucho cuando tres días atrás Bielinsky se cansaba de recibir premios por su enorme film.
Si este artículo llega por casualidad a algún conocido, familiar o amigo de Bielinsky, aprovecho para mandar mis condolencias ante tan lamentable pérdida (aunque no tengo más crédito que el de ser un simple estudiante de cine y un ferviente admirador suyo). Con la muerte de Lucho Bender hace dos años el cine argentino perdía una verdadera promesa, con la muerte de Fabián Bielinsky desaparece un consagrado, un hombre que obtuvo el título de maestro con sólo dos películas en su haber, un tipo que tenía mucho cine para dar. Como el instante del aura, asistimos a un momento extático, que hoy se vislumbra como algo tristemente efímero. Con su muerte, muchos nos quedamos con los ojos vacíos.
Fabián Bielinsky - 3/2/1959 - 28/6/2006 - Q.E.P.D.

23.6.06

Melodías Distorsionadas...

"Porque mi vida no es más que una simple melodía... melancólica distorsionada..." dice la canción de Inerxia, a esta altura banda de culto y autora del tema principal de este cortometraje: "Distorsionado".
Sobre el rodaje, fugaz: tan sólo cuatro días, muchas impresiones quedaron en el aire. Alguna positivas, otras negativas.
El rodaje fue ameno en general, salvando el maratónico día domingo (posterior al duelo Argentina-Costa de Marfil) en que hicimos la escena del bar, en que el caos se sentó en mi silla de director. Aún el día del teatro, contra-reloj y con enorme cantidad de planos, las cosas llegaron a buen puerto, algún problema con las intesidad de la luz en alguna toma, pero nada más.
Cuando comenzaba este corto, lo había encarado yo con diferentes objetivos y desafíos:
- El primero de ellos era romper con el sistema "mega" de hacer todo a último momento y atarlo con alambre, lo cual resultó mágico en "Ironía...", pero no podía durar toda la vida. Este rodaje lo demostró, así como demostró que este desafío no fue cumplido, sea por no tener las locaciones hasta último momento y yo no haber hecho nada al respecto antes, por no ser estas locaciones visitadas por el equipo antes del rodaje, por no haber planificado, tanto los planos, como las puestas, como las citaciones de la gente y transportes.
- El segundo fue hacer cámara de mi propio corto, en mano y con una cámara de 16mm (creo que no hay nada más infrecuente que cámara en mano en fílmico y tuve a mis asistentes de cámara puteándome por ello). Este punto, creo, fue cumplido con máximo nivel, aunque siempre hay que esperar a ver el material a ver cual fue el resultado de dicho trabajo (dato al margen, las latas ya están en Stagnaro e inminentemente tendré turno de transfer).
- El tercer punto consistía en transformar a Leopoldo Antonio Motto Murúa en Murúa el protagonista del cortometraje. En lo que respecta al vestuario y diseño del personaje, considero que fue logrado. En lo que respecta a la creación del personaje a través de la actuación, creo que el trabajo, a pesar de ser adecuado, no fue, por falencias mías, tan logrado como podría haber sido, dado que me encontré limitado por mis medios y por el tiempo.
- El cuarto punto comprendía básicamente la autofinanciación del cortometraje, la cual fue lograda a medias ya que todavía conservo una deuda de 1000 pesos (aproximadamente la mitad del costo total del corto), pero que todavía tengo las “Mega fiestas” como medio para saldarla.
- El quinto y último desafío era simplemente aprender a trabajar con un asistente de dirección, que si bien he tenido, nunca han cumplido su rol por completo por dificultad mía para delegar y coordinar la planificación del rodaje con ellos. A esto debe sumársele el hecho de que las locaciones fueron confirmadas sobre la fecha y de que mi tentativa asistente de dirección tuvo que ausentarse en vísperas del rodaje y el asistente de dirección definitivo no disponía de todo su tiempo en las vísperas de la filmación en la que fue asignado. Sea como sea, esto influyó en crear un clima de improvisación y desorganización a la hora del rodaje, del que me hago responsable, y no fue hasta el día posterior al, ya mencionado, caótico domingo, que junto a mi ayudante de dirección, entre charlas y reflexiones varias, aprendí, a pesar de todo.
Aprendí lo importante de una planta, de un plan de planos para cada día, de tener a todo el equipo informado de lo que se va a hacer, etc. Todavía no había comprobado al máximo su utlilidad, dado que no había encarado un proyecto tan desafiante: con veinte minutos de material virgen y cuarenta planos y un ritmo de planos de uno a uno, con contadas excepciones de retoma, y en fílmico y con locaciones con tiempos acotados.
Bien, creo que, a pesar de todo, el resultado fue positivo.

A modo de conclusión entonces quiero agradecer y felicitar por el gran trabajo que hicieron Mario “el capataz” Laborem “Oh, Captain, My Captain!”; Leo “aquiba” Senderovsky, Fabrizio “Cabo” Castro, Alejandro “Bandido” Gatti, Sararhí “Russel es mío” Echeverría Coelho, Emiliano “La chica de arte” Iglesia Albores “Sos groso, sabelo”, Sol “Odio al director-camarógrafo” Colombo, Alejandra “Yo también” Esquerro, Maro “No hay sonido que tomar…” Juarez, especialmente también a Leo “Rockstar” Motto Murúa y Florencia “renga, como la banda” Repetto, y a todos aquellos que también han participado: Caro, Dolo, Luz, Mari, Ana, Agustín, Luciana, Esteban, Eze, Nico, Angie, Marina, Malena, etc.

Atte.

¡Sí, carajo! ¡Yo soy George Clooney!

¡Enhorabuena! Este blog resurge de sus cenizas con nueva fachada y nuevos desafíos; uno de ellos realzar el interés y el nivel de los artículos a exponer, los demás todavía los desconocemos, pero daremos lucha contra estos, de todos modos.

Sea como sea, este post sólo busca re-inaugurar nuestro querido blog: Yo soy George Clooney.

Desde ya, muchas gracias.

6.6.06

Se viene la DISTORSIÓN....

Amigos:

Este post (desde la cripta, aunque no publico nunca sigo vivo), es para contar que en días nomás estamos iniciando el rodaje de nuestro coblogger y amigo entrañable Mega Díaz.
Con la omnipresencia de nuestro amigo Motto (Murúa como nuestro rockstar) en el papel principal, y un equipo técnico ya a esta altura descollante, estamos prestos a arrancar.
Si bien ha habido ciertos contratiempos en los últimos días, como la ausencia de Dolo en los primeros días de rodaje por un viaje para su documental, la falta de confirmación de algunas locaciones, y algunas cosas más, auguramos desde aquí un rodaje lo más parecido a un parto natural, con mucho puje y que nazca sanito.
Es un deseo de todos los que laburaremos en "Distorsionado".

P.D.: ¡¡¡Aguante Argentina en el mundial, carajo!!!