25.3.06

Crítica de Derecho de familia

Quiero compartir con ustedes la crítica que acabo de redactar de la gran película que vi en el día de ayer, Derecho de familia. Su breve extensión es porque solo me permiten 2000 carácteres en la revista para la cual lo escribí, así que esta vez no pueden quejarse por eso. Ah, y no cuento un dato capital de la película, cosa que sí apareció en las críticas de todos los medios, e incluso lo cuenta en entrevistas Arturo Goetz (Perelman padre), "¡spoilers!"
Perelman padre y Perelman hijo son dos abogados con distintas concepciones sobre la forma de encarar su profesión, el primero un abogado de calle, el segundo, un catedrático e idealista.
Perelman padre intenta acercarse a su hijo, y Perelman hijo está aprendiendo la difícil tarea de asumirse como padre.
Derecho de familia, la película con la cual Daniel Burman cumple diez años con el cine, es la última pieza de la “trilogía de los Ariel”. En Esperando al mesías y El abrazo partido (como esta, todas ellas protagonizadas por Daniel Hendler), se observa una constante búsqueda de identidad por parte del protagonista, búsqueda que en este film se explora a través de la relación entre un padre primerizo y su hijo. El elemento judío, signo principal en la construcción del personaje de las anteriores, es aquí solo un elemento coyuntural. Este hecho por sí solo demuestra que en su último opus, Burman reduce su universo a mínimos elementos, para concentrar aún más la trama, y volverla más universal.
Si bien con Derecho de familia, Burman continúa por una senda ya transitada, un género ya trabajado como es la comedia costumbrista, alejada de sus exponentes televisivos, y que ya le ha dado sobrados réditos, no se vuelve previsible. Su cine se construye cada vez más sobre cánones clásicos, con planos funcionales a la trama, pero sin por esto caer en la morosidad. Comedia fresca, emotiva, que llega directamente al espectador sin miserabilismos ni golpes bajos. Con una sorprendente evolución actoral de Hendler, excelentes interpretaciones de todo el reparto, y la gran revelación de Eloy Burman (el pequeño hijo del realizador, haciendo del pequeño Perelman), Derecho de familia se revela como un gran exponente del cine argentino inteligente, que no desdeña su conexión con el público. Su final casi aleccionador da cuenta no de un director que baja línea deliberadamente, sino de un realizador en pleno proceso de madurez, y que cuenta sus historias con conocimiento de causa, y un talento indiscutible.

2 comentarios:

Giselle dijo...

Buenísima la nota, buenísima la película...

Una película muy graciosa, entretenida y profunda a la vez, y por sobre todo, algo que es una característica de Burman (porque también lo encontrén en Esperando al Mesías y en El abrazo Partido) es muy dulce. Además Hendler tiene una ternura muy particular cuando compone sus personajes...

Ah, y me lo re como a Eloy, que nene divino!!! Inteligentísimo, además...

Bueno, vayan a verla...

Saludos

Gi

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Anónimo dijo...

Con respeto de mi novio y aludiendo al comentario anterior de Gisele YO ME LO COMO A WALTER!!!
Otra acotacion para los que ya vieron la pelicula.. no se emocionen mucho con el aula de la facultad (salvo que se hayan horrorizado) pero esa aula es el auditorio y nunca nadie la usa a excepcion de la presencia de Zaffaroni o algun otro juez de renombre...