15.2.07

Una para el living otra para la sala

En dos días tuve la oportunidad de ver dos películas que me impactaron: UNITED 93 de Paul Greengrass y MARIE ANTOINETTE de Sofia Coppola. Las vi sabiendo que no me iban a decepcionar, pero tampoco que me iban a impactar así, realmente me sorprendieron.



UNITED 93
Todos sabemos lo que sucedió el 11 de septiembre del 2001, y aun así este film no deja de ser exasperante y agobiante en todo momento. Greengrass nos muestra durante toda una primera mitad lo que sucedía en las torres de control y las oficinas de control aéreo, a los controladores llamando inútilmente a vuelos secuestrados, a los militares sin reacción ni idea de como afrontar la situación, vuelos que se pierden y vuelos que aparecen, presuntos secuestros por doquier. La película es veloz, inquietante y punzante, el suspenso crece a cada instante con un montaje frenético y una fotografía contrastada que va de la oscuridad de la sala de control de tráfico aéreo a la luminosidad de las aeronaves. Los actores son desconocidos, no hay héroes ni mártires, solo gente. La música acompaña suavemente a las imágenes por detrás, no desentona ni remarca, las imágenes son lo suficientemente fuertes, no hay necesidad de reforzarlas. Greengrass, ganador del Oso de Oro en Berlín en el 2002 por Bloody Sunday, utiliza el montaje paralelo, yendo de un lugar a otro sin respiro. Los pasajeros del vuelo 93 hablan de cosas triviales, sin importancia mientras los cuatro terroristas aguardan. La tensión crece, ya se han estrellado los dos aviones contra las torres y un tercero en el pentágono, los terroristas aguardan, a los pasajeros les sirven el desayuno, las azafatas hablan de sus vidas. La tranquilidad termina y el vuelo es secuestrado de manera brutal. Los terroristas toman control de la aeronave. En esta segunda mitad del film la cámara de Greengrass no abandona el avión en ningún momento, esta es la historia que le interesa, la que nadie sabrá realmente que paso. Greengrass arma todo a partir de las conversaciones que tuvieron los pasajeros desde el avión con gente en tierra, reconstruye y nos da su visión de lo sucedido. Una visión repleta de ultimas llamadas, de plegarias, de angustiantes momentos, los rumores de los atentados circulan entre los pasajeros, la tensión y el miedo no se transforman en heroísmo, sino en un sálvese quien pueda, es una misión suicida, ningún intento es en vano. Los últimos diez minutos son de antología, la historia ya la sabemos, pero no importa, se nos seca la lengua, se nos revuelve el estomago, sufrimos con los pasajeros por sus vidas. Eso es United 93, un film pequeño que se transforma en un infaltable en el estante de tu casa.


MARIA ANTONIETTA
No es el típico film histórico que todos esperaban, es una visión personal de la delfina de Francia. A María Antonieta (Kirsten Dunst, en tal vez su mejor labor hasta la fecha) la sacan de Austria de adolescente para consolidar la unión entre Austria y Francia desposándose con Luis Augusto (Jason Schwartzman). Filmada en Versalles y en distintas locaciones de Francia, la ambientación es exquisita y el vestuario formidable. Sentimos el olor de los perfumes, el sabor de los chocolates y todo acompañado con música moderna de New Order, Air y otros. Una decisión arriesgada, tanto como poner unas zapatillas Converse entre los zapatos de la reina. El cine no se hace con concesiones y eso es lo que adoramos de Sofia Coppola, su habilidad de arriesgarse y de mostrarnos no a una reina refinada, pero humana, sino de mostrarnos a una adolescente que ante la inhabilidad de consumar el matrimonio con su esposo, que poca bola de la y que prefiere pasarse cazando que en la cama con ella, se la pasa comprando joyas y vestidos, apostando, comiendo manjares exquisitos, tomando champagne, yendo a fiestas de disfraces y disfrutando de la opera de Paris. No es un Versalles silencioso el que vemos, sino uno repleto de rumores y chimentos, como una revista Paparazzi, lleno de amantes y festejos y de ceremonias absurdas y ostentosas. Por ahí se pasean las caras de Marianne Faithfull, Steve Coogan, Molly Shannon y Asia Argento, caras extrañas para un film de época, pero en una película con un baile de disfraces con música indie norteamericana de fondo todo es extraño. Al igual que con United 93, el final ya lo sabemos, pero es el viaje lo que importa y no tanto el destino. Un viaje exquisito y placentero, divertido y con aires pop, sin pretensiones, pero con muchos aciertos y plagado de ideas.

2 comentarios:

Giselle dijo...

Muy buenos los comentarios, ahora me dan ganas de ver las dos...

A veces hay que dejar de lado el prejuicio, yo Vuelo 93 no la quería ver porque me sonaba a la típica peliculita yanquee con el heroe carilindo que salva vidas, se enamora de la chica, salva a la chica, y encarna el espíritu del "buen ciudadano norteamericano". Mejor así que no lo sea, entonces quiero verla.

La de María Antonieta también suena interesante.

Saludos, sigan así dándole vida a este blog, no como otros (y ese es un reproche para mí misma)

Gi

el_cabo dijo...

Ayer vi United 93 por una especie de error. Es sencillo. Hace un mes y monedas enganche en Cinecanal una pelicula sobre lo que pasaba sobre esos aviones el 9/11. Pero se ve que hubo una micromoda de hacer peliculas sobre ese hecho y es más, fueron tan originales que a dos bastante parecidas le pusieron a una United 93 y a la otra Flight 93 (aquella que vi partes por Cinecanal).
En fin, alquile por yerro United 93 pensando que era Flight 93 y durante gran parte de la pelicula pense que estaba viendo la que yo creia ya que son bastante parecidas y yo solo habia visto algunas partes de Flight. Medio dificil de explicar pero espero que se haya entendido.
United es exasperante tal cual lo dijo MJ. Es un increscendo de desespero minuto a minuto y el manejo del suspenso, que crece a medida que los pasajeros van armando un plan de ataque para con los terroristas, es excelente a tal punto que uno se piensa si "en una de esas" no van a terminar salvandose.
Solo tengo una objeción para con el comentario de MJ y es en relación al pasaje de su articulo que proclama "Los actores son desconocidos, no hay héroes ni mártires, solo gente". Tal vez no sea un gran elenco, ni nada por el estilo, pero hay un actor que cuando lo vi lo primero que pense es en la imagen de heroe y martir, de tipo rudo, de groso que hace sus propias leyes... Y es que aquel cincuenton que dice ser piloto de monomotores, aquel que sería la salvación de todos los pasajeros a bordo ya que sería quien pilotearía la nave una vez reducidos los terroristas, es nada mas ni nada menos que David Rasche, mejor conocido en los '80 como ¡¡¡Sledge "Martillo" Hammer"!!!
Nada más, solo queria remarcar la reaparición de este entrañable sujeto que todos pensabamos que se habia alejado del estrellato y de vez en cuando asoma por la ventana grande y aparece en algun papel medio pequeño y nos quedamos pensando "¿el padre de la novia no es martillo Hammer?" por "Recien casados" o "¿ese senador no tiene pinta de Hammer?" por "La conquista del honor".
Bueno, algo asi se me pasó por la cabeza cuando lo vi en un asiento del vuelo 93 de United Airlines.
Nada mas.
Vayan a ver Borat.