26.12.06

Sobre el dolor

Amigos:
Este es el post más doloroso que me ha tocado escribir. Hubiera preferido no tener que hacerlo, pero la distancia hace que necesite contarles de mi boca lo sucedido. Sin mandarles mail, y sin chatear, hasta que vuelva a Buenos Aires esto es lo poco que oirán de mí.
El día jueves 21/12, dos horas antes de mi llegada a Bahía Blanca, mi madre, Ines Noemí Guerstein, se quitó la vida arrojándose del décimo piso del edificio donde vivía con mi hermano Marcos, y donde viví desde los trece años hasta mi partida a Buenos Aires.
Lo que me ha tocado ver y vivir en estos días es un cúmulo de situaciones inenarrables. Baste decir que mi madre ha sido la mujer más hermosa, más inteligente y la más maravillosa madre que un hijo pueda tener. Vivió sólo para sus hijos. Hoy solo quedan algunos escritos, cartas para mí, para mi hermano, para mis abuelos y para Mariana, la madrina de mi hermano. Luego encontré anotaciones de ella describiendo cada cosa que dejó, qué comida había que consumir antes, dónde están los estudios de mi hermano, etc. En su cartera hallé fragmentos de letras de canciones con anotaciones de ella, cosas que no me atreví a leer y se las dejé a Mariana. Algunos elementos apuntan a alguna enfermedad terminal que jamás quiso confiarle a nadie, y que yo sospechaba hace años. Mi corto "Tefilin" lo escribí por ella, y por el miedo que me daban algunas de las cosas que decía en su momento. Le pedí demasiadas veces que no haga nada, que pelee por vivir, que la necesitábamos. Todos se lo han pedido, pero ya no podía o no tenía ganas de escuchar a nadie. Me decía mi tío que la veía chiquita, no comía nada, estaba anoréxica. Fue demasiado premeditado. Ahora debo seguir manteniendo la fortaleza necesaria para ayudar a mi bobe y mi zeide a criar a mi hermano y a salir de esto (son gente grande y no encuentran consuelo a esta terrible situación). Cuando vuelva a Buenos Aires, encontraré en ustedes la fuerza necesaria para doblegarme cuando deba hacerlo, y salir adelante cuando pueda hacerlo. No encuentro palabras para agradecerles por todos los mensajes recibidos de apoyo. Los quiero muchísimo. Por el momento me quedo acá, al menos hasta la ceremonia de shloishim, en la que se pone el monumento correspondiente en el cementerio. Mientras tanto, escriban lo que quieran, yo por ahora no voy a chequear mails ni nada. Sólo creí que era necesario que supieran por mi boca algo de lo sucedido. La voy a extrañar muchísimo. Ultimamente pensé mucho en Jünger y el texto que da título a esto que estoy escribiendo. Cada uno lo lleva como puede, pero mi pequeño consejo es que, si alguna vez les falta alguien, hay que aferrarse a la fe. Más allá de las religiones, hay que pensar en cómo uno se relaciona con aquello que cree. Hoy creo que mami no se va a perder nada, porque va a estar siempre con las personas que la amamos. Yo la veo y la escucho, y la recuerdo con una sonrisa. Faltarán muchos años hasta que me reencuentre con ella, las pérdidas hacen que uno le tenga menos miedo a la muerte. Mientras tanto mi camino está acá, con los vivos. Como le dije a mi bobe, ella me dijo: "A mí me queda menos tiempo". Y le dije: "mientras tanto, tenés que cuidar de los vivos".
Mi hermano ahora empezó a comer otras cosas. Como le dijo a la psicóloga el día que ocurrió todo, tal vez para cumplir la última voluntad de mamá. Con el tiempo va a poder morder y masticar comida como cualquier chico de su edad (tiene 14 años, y hasta ahora comía poco más que yogures y postres). Ahora desayuna pan con dulce de leche, y come comidas sin salsa, lo que le ofrecen, cosas suaves, para que vaya acostumbrando su estómago a nuevos placeres...
Qué palos que nos pone la vida en nuestro camino, pero debemos extrañar cuando haya que hacerlo, y ser fuerte y crecer y madurar el resto del tiempo. Como dice mi zeide: "A golpes se hacen los hombres".
Los quiero muchísimo, y ustedes me dan fuerzas para seguir en este sencillo pero escarpado camino que es la vida.
Atentamente,
Leo Aquiba Senderovsky
P.D.: Nunca dejen de cuidar a las personas que aman, de ellos depende vuestra felicidad.

4 comentarios:

nat dijo...

Acabo de llegar a internet después de un tiempo fuera de ella. Encuentro esto, no por entrar al blog sino en una búsqueda en google, no sé cómo, llego acá. Me pone indescriptiblemente triste.

Te mando un abrazo.

Anónimo dijo...

Hace tiempo que no puedo entrar al blog...(con ayuda de Andrés...hoy entré). Sabía de la noticia, que me despertó sentimientos muy fuertes, porque soy "madre", y te quiero mucho a vos.
Te dejo por este medio todo mi cariño, mucha fuerza!. Contá conmigo. Un beso de Marisabel

Anónimo dijo...

Se que es casi imposible poder entender lo que se siente pero tratando solo un poco de ponerme en tu lugar quiero decirte que lo siento muchisimo. Estamos aca esperandote cuando necesites venir.
Te quiero mucho!! un beso enorme para vos, tus abuelos y tu hermano.

Unknown dijo...

entré a tu blog por casualidad y sin conocerte, sin embargo me dieron muchas ganas de decirte que lo siento y que admiro tu manera de encarar la situación. Suerte y fuerza.
Saludos!